martes, 10 de junio de 2014

MONARQUÍA PARLAMENTARIA

Henchido de orgullo y satisfacción
el monarca saluda a la plebe
y estos con gran aprensión
lo guillotinan por la tele.

Que bonito es soñar
cuando no se puede dormir
imaginar que puedes volar
y explotar cual misil.

Me llaman asesino
por ver correr la sangre.
Yo no apreté el gatillo
pero gozo con la barbarie.

¿Es más cruel quien mata
o quien ayuda a morir,
ignorando al que pide auxilio
limitándose a vivir?

JARDINERIA

La planta en su maceta se niega a florecer
ya no quiere ser libre, tan solo perecer.
Demasiadas decepciones sin ninguna ilusión
demasiados rencores y ningún corazón.

EL FINAL DEL TÚNEL


Si no fuese adicto al descanso,
más de uno habría de esconderse. 
Con tanto gusto les daría la mano
si a mí me llamasen muerte.





Es feliz el cadáver del yonki 
porque se ha librado de la tortura
de necesitar cada día su dosis
que le aparte de falsas corduras.

Desciende al abismo de la locura
contempla en silencio, no molestes.
Agradece la inconmensurable hermosura
del total vacío de imágenes en la mente.

Al fin paz, al fin descanso,
cesa la luz que me va matando.
Alucinaciones inexistentes para unos,
para mí, demonios que siguen volando.

5:46 a.m


Son la amatista y el circonio
las piedras del amor y el odio.
Por ningún motivo en especial,
tan solo riman, nada más.

Cientos de coños de orangutanes
depilados por proxenetas vietnamitas
claman auxilio a sus compadres
mientras la escasa selva se marchita.

No me queda tinta en el boli
o igual solo va mal.
Oigo lamerse a Boris,
puto perro que asco da.

THE (TAS) ABYSS

Su corazón negro 
y sus grandes tetas,
nacen del anhelo 
de alguien que las posea.

No pudieron las ubres
por nadie ser lamidas,
se marchitaron pues
al final de su corta vida.